30 de noviembre de 2009

La Medicina en el antiguo Egipto

Posted by Orlando Quevedo On 20:43 Sin Comentarios


“si examinas a un hombre enfermo del cardias, con dolor en brazos, pecho y corazón… amenaza la muerte”

Esta cita la podría decir hoy en día cualquier doctor como amenaza de infarto, pero pertenece a un papiro escrito en la época de Amenonfis I, en el Antiguo Egipto.

Los conocimientos médicos de los egipcios fueron asombrosos, numerosas fuentes literarias, escultóricas y pictográficas, además de los papiros, son vestigios físicos que nos han dejado los egipcios sobre sus vastos conocimientos médicos.

Se describen en ellos recetas y formulas mágicas acerca de Ginecología y Obstetricia, El libro del Corazón sobre enfermedades cardíacas y enfermedades oculares, entre otros…tened en cuenta que estamos hablando del 1550 antes de Cristo.

Sobre ésta época se escribe el papiro Ebers, uno de los más importantes tratados médicos de la antigüedad, de donde también “beberían” los griegos. Se habla en este tratado de numerosos tratamientos en las diferentes áreas médicas e incluso se mencionan los remedios para algunas dolencias: la cebolla, ajos, miel, cerveza, hinojo, mirra, lechuga, café y cacao y ciertos preparados de plomo, cobre y antimonio. Se usaban frecuentemente los purgantes para las dolencias gástricas.

Incluso Heródoto llega a llamar a los egipcios el pueblo de los sanísimos puesto que tenían un notable sistema sanitario público y porque es en este pueblo donde se da por primera vez la especialización en los distintos campos médicos.

El papiro al que hemos hecho alusión anteriormente, distingue tres tipos de especialistas:

  • los sacerdotes de Sejmet (diosa de la sabiduría) mediadores con la divinidad y conocedores de un amplio surtido de drogas.
  • Los médicos civiles (sunnu)
  • Los magos, capaces de realizar curaciones mágicas
  • Los ayudantes (ut), que no se consideran sanadores, sino los que asistían a la clase médica… un adelanto del cuerpo de enfermería actual.

Los médicos egipcios determinaron y aprendieron las especialidades, Suno médico general; Suno Custode, cuidador del ano del faraón; médico para enfermedades ocultas o de origen desconocido; dentista o el Generet médico del trabajo.

La asistencia sanitaria era gratuita, el estado pagaba a los médicos, que tenían que utilizar y cumplir con un protocolo, anotando el aspecto del paciente, estado de conciencia, poder auditivo, olor del cuerpo, aspectos de las secreciones, orina, flema, especificando su aspecto, los edemas, la temperatura y alteraciones del pulso, es decir prácticamente una historia clínica del paciente.

En el antiguo Egipto, las leyes sanitarias eran estrictas, existían ordenanzas médicas de vigilar las aguas, no solamente para la limpieza de los vivos sino también para la higiene mortuoria. Sorprende encontrar en los papiros una especialización tan depurada que indica un alto grado de evolución de la Medicina Egipcia.

Conocemos el nombre de más de setecientos productos utilizados, algunos de los cuales han llegado a nuestro tiempo. Un grupo de medicamentos de gran importancia en el Imperio Egipcio, debido a que era una enfermedad frecuente, son los laxantes, el ricino o el sen. Contra los parásitos se recomienda principalmente la corteza de granado, que tiene una útil acción: elimina los parásitos intestinales.

También encontramos uso de algunas plantas que actúan sobre el sistema nervioso, con un efecto que se considera narcótico, como la adormidera -la planta del opio- y el cáñamo. Entre las sustancias que tienen eficiencia en las enfermedades del corazón, se conocía la escila.

En el conocido “libro de las Heridas”se describen hasta cincuenta casos clínicos de lesiones por traumatismos. Destaca la importancia del uso de la carne fresca para cohibir las hemorragias, de pan enmohecido para curar la infección, de algunas hierbas para facilitar la cicatrización, el empleo del cuchillo, y también del cauterio, para extirpar algunos tumores. También estudiaron los partos, donde la mujer daba a luz en cuclillas o arrodillada.

En la próxima entrega, veremos los remedios médicos que utilizan tanto griegos como romanos y la especialización y tratados médicos que se hacen en la etapa clásica de la civilización occidental….

Orlando Quevedo


29 de noviembre de 2009

"Tu consulta Medica" (Enfermedades Virales)

Posted by Orlando Quevedo On 20:05 Sin Comentarios

Programa Numero 319 de "Tu Consulta Medica" Con el Dr Johhny Sayer.
Tema a tratar: Hipertensión.
Email del Dr Johnny Sayer: consultamedica5@gmail.com
Dale a play para escuchar!!!
Orlando Quevedo

Si no se puede escuchar, por favor notificar a: volando6@gmail.com para repararlo


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27 de noviembre de 2009

Prueba de admision interna odontologia UC 2009

Posted by Orlando Quevedo On 18:31 5 comments

Hola! estimados lectores! les conseguí la pai de odontología del pasado año 2008! no tienen las respuestas pero según como yo lo veo, peor es Nada! aparte asi se llama mi programa de radio! que pueden escucharlo todos los martes a las 7pm hora vzla o a las 5pm hora mx por las paguinas: audiolive.blogspot.com o por www.qantica.com
Ya falta prácticamente una semana para presentar! deben darle con todo! espero verlos en la uc algun dia jeje! nos vemos!! y exitos!




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¿Cómo tener una relación sin compromisos?

Posted by Orlando Quevedo On 12:11 Sin Comentarios


Una "amistad con derechos", como suele llamársela actualmente, es una manera alternativa de estar acompañado y tener sexo sin contraer demasiadas obligaciones. algunos consejos para que una relación así funcione y puedas disfrutar de tu libertad.

Pasos

1-Procura ser honesto con el otro y contigo mismo, a fin de que ambos sepan claramente que se trata de una relación sin ataduras ni presiones. Con reglas claras, no habrá lugar para reproches.

2-No te impacientes si un día no puedes concertar un encuentro. No presiones ni fuerces situaciones, ya que se trata de una relación basada en lo ocasional, la seducción y en el deseo compartido, y no en el compromiso.

3-Mantén separadas tus emociones. Si adviertes que te estás implicando más de la cuenta en la relación, evita avanzar, a menos que quieras salir lastimado. También puedes hablar con la otra persona sobre lo que te pasa y acordar una nueva clase de vínculo.

4-Establece internamente cuándo terminará el vínculo, a menos que la relación no afecte para nada tus emociones. Una pasión breve e intensa es preferible a un deterioro gradual y progresivo.

5-Sé discreto. No hables con la otra persona de otras relaciones que mantengas en paralelo, ni le des a entender que ocupa un lugar en tu vida, que no vas a sostener con hechos.

6-Evita volverte posesivo. Si ves a tu compañero o compañera de cama con otra persona, fíjate si toleras esa situación. En caso contrario, plantea qué quieres o concluye adultamente la relación.

7-Sincérate contigo mismo. Después de cada encuentro, evalúa si deseas seguir con la relación de ese modo, o si la aceptas por conformismo, o como un medio indirecto para lograr una conquista más duradera.

Importante

° Recuerda que la base de una relación de estas características es compartir momentos placenteros sin establecer ningún compromiso. ° Si eres amigo de la otra persona, procura establecer los límites entre la amistad y el sexual, aunque no sea tan sencillo.

26 de noviembre de 2009

Cáncer de riñón

Posted by Orlando Quevedo On 10:00 Sin Comentarios




Qué es
El cáncer de riñón, adenocarcinoma renal, tumor de células renales, o hipernefroma renal, es el tumor sólido renal más frecuente del adulto. Representa el 2,3% de todos los tumores malignos y es más frecuente en varones que en mujeres (3:1), sobre todo entre los 50 y los 70 años, siendo la edad promedio 65 años.
Otros tipos de tumores malignos renales son el carcinoma tubular, el fibrosarcoma y el rabdomiosarcoma.
Cómo se produce
El desarrollo del cáncer de riñón, se ha relacionado con dietas ricas en grasas y colesterol, así como con agentes carcinógenos ambientales (exposición a cadmio, asbesto y productos petroquímicos) y tabaco, sin que se disponga de pruebas evidentes de la existencia de un factor causante claramente demostrado.
También existe una mayor frecuencia del cáncer de riñón en pacientes con insuficiencia renal en relación con el tiempo que lleven en diálisis , y el desarrollo de la enfermedad renal quística adquirida. Igualmente puede presentarse en riñones malformados como el riñón en herradura.
Por otra parte, este tumor además tiene predisposición hereditaria, y algunos ejemplos de cáncer renal hereditario son:
  • Asociado a la enfermedad de Von Hippel-Lindau: mutación del gen VHL (3p).
  • Asociado a translocación t(3;8), t(3;6) o t(2;3).
  • Cáncer renal papilar hereditario: mutación del gen met (7q).
En general, el adenocarcinoma renal tiene su origen en las células epiteliales del tubo contorneado proximal renal y, por tanto, se inicia en la cortical, con un crecimiento expansivo. En un principio, cuando es pequeño presenta una seudocápsula fibrosa, pero al crecer invade la cápsula renal, la grasa perirrenal, y metastática en los ganglios linfáticos locorregionales, pudiendo incluso formar trombos neoplásicos en la vena renal o en la cava.
Por último, puede producir metástasis a distancia, siendo a veces ésta la primera manifestación de la enfermedad. La localización más frecuente es el pulmón, aunque también con menor preferencia, pueden encontrarse metástasis del cáncer renal en hígado, esqueleto y cerebro, entre otros.
Sintomatología
Los signos y síntomas clásicos de presentación del cáncer de riñón son la hematuria, el dolor lumbar y la existencia de una masa palpable renal. Pero esto solo ocurre en el 10-15% de los pacientes, y generalmente indica ya enfermedad avanzada.
La hematuria es el síntoma más frecuente, siendo espontánea y generalmente indolora, si bien en caso de ser muy abundante puede provocar crisis de cólico renal por la presencia de coágulos intraureterales. Otros síntomas pueden ser disminución de apetito y peso, cansancio generalizado, etc.
A veces, como presentación inicial encontramos síntomas derivados de la existencia ya de enfermedad metastásica, como son la disuria, la tos, el dolor óseo, pudiendo ser el síntoma inicial en hasta el 30% de los enfermos.
Por otra parte, este cáncer puede incrementar la secreción de algunas hormonas producidas por el riñón, y causar los llamados síndromes paraneoplásicos. Algunos de ellos son:
  • Hipercalcemia por hiperparatiroidismo ectópico (aumento de PTH).
  • Policitemia (aumento de glóbulos rojos) por aumento de la secreción de eritropoyetina.
  • Hipertensión arterial por liberación de renina o compresión de la arteria renal.
  • Síndrome de Cushing por secreción ectópica de ACTH.
  • Galactorrea por liberación ectópica de prolactina.
  • Ginecomastia por secreción ectópica de gonadotropina.
Pero el síndrome paraneoplásico más frecuente es la afección hepática (síndrome de Stanffer), con ictericia, hepatoesplenomegalia (aumento de bazo e hígado), fosfatasa alcalina elevada, hipoprotrombinemia y elevación de alfa2globulina y haptoglobina, cuadro que se presenta en el 15% de los pacientes.
No obstante, en la actualidad, alrededor del 40% del cáncer de riñón se diagnostican incidentalmente al efectuar una ecografía abdominal. Estos casos presentan en general una mejor supervivencia (85% a los 5 años) por tratarse de tumores de pequeño volumen y, por tanto, de bajo estadio.
Diagnóstico
Lo primero es realizar una adecuada anamnesis clínica, que incluya todos los aparatos del organismo, pero primordialmente se preguntará sobre síntomas relacionados con el aparato genitourinario (presencia de sangre en la orina, dolor lumbar, escozor al orinar, etc.). También es muy importante constatar la existencia de síntomas generales como adelgazamiento, falta de apetito, y cansancio extremo generalizado, etc.
Posteriormente se hará una exploración completa que puede detectar entre otros signos, la presencia de una masa abdominal, o la existencia de un varicocele que no disminuye con al tumbarse.
Seguidamente se extrae al paciente una analítica de sangre, que puede mostrar anemia, y se recogerá un sedimento y citología de orina, donde es posible detectar exceso de hematíes ( hematuria) y a veces células cancerosas.
Entre las pruebas de imagen recomendables, normalmente se comienza con la realización de una ecografía abdominal, que es un método sencillo, rápido y no costoso. Esta permite fácilmente diferenciar las masas quísticas ( quistes simples, que no necesitan mayor intervención), de la presencia de los denominados "quistes complicados".
Ante la existencia de esto último, suele requerirse la realización de un TAC abdominal con contraste, que es el mejor método aislado para evaluar una masa renal, aportando información precisa sobre la afectación regional y la posible existencia de metástasis .
En casos excepcionales, puede ser necesario practicar una punción-aspiración con aguja fina de la imagen radiológica, permitiendo esto analizar las células extraídas, y determinar si son benignas o malignas.
La arteriografía, muy utilizada anteriormente para el diagnóstico de los tumores renales, es hoy en día excepcional. Se recurre a ella básicamente cuando se plantea una cirugía conservadora.
También la cavografía, utilizada para precisar la existencia y la extensión de la trombosis neoplásica, ha sido prácticamente sustituida por la resonancia magnética.
La ecografía doppler renal es útil para el diagnóstico diferencial entre un patrón tumoral hipovascularizado (con escasa existencia de vasos sanguíneos), o hipervascularizado (presencia de muchos vasos sanguíneos), permitiendo también evaluar la extensión del compromiso vascular (afectación de vena renal o no).
Por otra parte, el estudio de extensión tumoral se inicia ya con la realización de la ecografía y TAC abdominal, que permite definir el volumen y localización del tumor primitivo, y también evaluar la existencia de posibles metástasis abdominales o la presencia de afectación de ganglios.
La radiografía de tórax, la TAC torácica o la gammagrafía ósea son estudios complementarios también necesarios en ocasiones, que permiten ver la presencia de posibles masas pulmonares o la existencia de lesiones óseas metastásicas.
Finalmente, según la localización y la invasión local o general, se establecen diferentes estadios del cáncer de riñón, con valor pronóstico y terapéutico distinto. Una de las clasificaciones más frecuentemente utilizada es la de Robson (1969), que establece:
  • Estadio I: tumor confinado al riñón.
  • Estadio II: extensión a grasa perirrenal.
  • Estadio III: extensión a vena renal o cava (IIIa), y a ganglios linfáticos regionales (IIIb), o ambas (IIIc).
  • Estadio IV: metástasis a distancia o invasión de los órganos adyacentes.
Tratamiento
Una correcta etapificación permite tomar una conducta terapéutica determinada y establecer un pronóstico.
En la actualidad, el único tratamiento curativo del carcinoma renal es la cirugía, pudiéndose extraer solo el tumor ( nefrectomía parcial), o todo el riñón afecto ( nefrectomía radical), según cada caso clínico. La extirpación de los ganglios linfáticos locorregionales o de la glándula suprarrenal de ese lado, también deberá plantearse de forma individualizada.
El descubrimiento incidental del carcinoma renal al realizar ecografías abdominales permite descubrir generalmente tumores de pequeño tamaño y frente a los cuales cabe aplicar los criterios de cirugía conservadora (nefrectomía parcial).
La nefrectomía radical como tratamiento paliativo esta indicada en cuadros de dolor intratable, hematuria persistente y en los casos de síndrome paraneoplásico, o como medida previa a la inmunoterapia.
La radioterapia es totalmente inefectiva, empleándose en algunos casos solo como tratamiento paliativo, para mitigar algunos de los síntomas referidos anteriormente.
La quimioterapia sistémica es también muy poco efectiva, puesto que el cáncer renal es un tumor resistente a los fármacos citotóxicos.
Otras alternativas terapéuticas en el cáncer de riñón metastásico es la inmunoterapia, aunque los resultados tampoco son muy alentadores, y la embolización percutánea de la arteria renal, que también puede ser usada como tratamiento paliativo en algunos casos de enfermedad metastásica.
Medidas preventivas
Se recomienda dejar el consumo de cigarrillos, y evitar la exposición a los carcinógenos ambientales (cadmio, asbesto), así como seguir las recomendaciones dadas por su médico acerca de las distintas enfermedades del riñón, con el fin de evitar la necesidad de diálisis en un futuro.
Igualmente es recomendable practicar una dieta equilibrada, baja en grasas, y evitar la obesidad.

25 de noviembre de 2009

Resultado Pai Carreras tecnicas UC 2009

Posted by Orlando Quevedo On 21:15 9 comments

Últimamente e estado full... poco tiempo en casa... espero entiendan aquí les traigo los resultados de las pai de Citotecnología, Tec. Cardiopulmonar, Reg y Est. Salud, Terapia Psicosocial, Imagenologia e Histotecnologia 2009 que presentaron este pasado domingo 22/11/09 la lista de asignados debe de salir como en dos semanas! tengan paciencia :)

Citotecnologia:
Para ver los resultados click aqui

Tecnico CardioPulmonar:
Para ver los resultados click aqui
Registro y estadística de salud:
Para ver los resultados click aqui
Terapia Psicosocial:
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Histotecnología:
Para ver los resultados click aqui
Imagenología:
Para ver los resultados click aqui

23 de noviembre de 2009

Patron de correcion Pai Bioanalisis, y carreras tecnicas UC 2009

Posted by Orlando Quevedo On 23:03 1 comment

Hola amigos ayer domingo 22 de noviembre! presentaron Prueba interna de admisión las siguientes carreras: Bioanálisis, Citotecnología, Tec. Cardiopulmonar, Registro y Estadistica de Salud, Terapia Psicosocial, Imagenología e Histología... Espero que a todos les aya ido excelente!!
Y para que puedan verificar los resultados y darse una idea de como les fue aqui estan los respectivos patrones... el de bioanálisis Valencia-Maracay y el de las carreras tecnicas.




Patron Bioanalisis 2009

Patron Carreras tecnicas 2009

22 de noviembre de 2009

Síndrome post-estético la belleza convertida en obsesión

Posted by Orlando Quevedo On 7:50 1 comment


Dra. Marisol Gómez Narváez / Especialista en medicina estética

Con miras de crear conciencia sobre los pro y los contra que la evolución de la médica estética encierra, es tema de verdadero interés y preocupación la obsesión que se ha generado en la población por la perfección física, donde jóvenes de hermosas facciones y siluetas delgadas son el objeto de inspiración de diseñadores y propulsores de un sistema de vida cada vez más globalizado.

En el mundo latino específicamente, son signos de juventud y bienestar los cuerpos esbeltos y contorneados, facciones marcadas, pómulos pronunciados, labios voluptuosos y cabello abundante. Por ello, ante la imposibilidad natural y genética de contar con esos atributos, hoy son muy atractivas las técnicas quirúrgicas estéticas y cosmetológicas.

Aunque no ha sido reconocida como una patología, la reacción obsesiva posterior a un acto de estética no dista mucho del síndrome de polidismorfismo corporal ampliamente conocido en el mundo de la medicina.

Un porcentaje de los pacientes que acuden a la medicina estética insisten obsesivamente en el perfeccionamiento físico y la acentuación del atractivo sexual, tomando el gusto o placer casi orgásmico por someterse a un acto médico rápido y oportuno para obtener mejoras en su aspecto externo.

Si bien es cierto que el paciente después de los actos médicos y de su recuperación adopta conductas casi eufóricas y exhibicionistas producto de la gratificación que le ofrece el haber obtenido el cambio físico deseado, también existe otro grupo para quien los efectos obtenidos no cubren sus expectativas, reincidiendo de médico en médico, buscando más que un cambio físico, un apoyo psicológico a sus carencias emocionales.

Este último tipo de pacientes es el que más se acerca a lo patológico de no llegar a ser diagnosticado a tiempo y referido al especialista en conducta.

Si bien es cierto que la medicina estética ha evolucionado a pasos agigantados, también lo es el hecho de que inició sus esfuerzos para corregir defectos o deficiencias físicas y funcionales de una población susceptible: pacientes con secuelas por politraumatismos o con problemas físicos congénitos, hasta hace pocos años irreparables.

Con el transcurrir del tiempo esa población se ha ampliado, aumentando el número de pacientes que sin presentar el síndrome dismórfico corporal muestran interés por acentuar sus cualidades físicas, además de afianzar una autoestima tambaleante ante la férrea competencia sexual, así como para preservar la juventud.

Por todas estas razones aunque no incurran en lo patológico o enfermizo, la conducta o estado mental del paciente de estética debe ser vigilado por todo profesional del área.

ApreciaciOn exagerada

El síndrome dismórfico corporal es un problema de conducta caracterizado por la apreciación exagerada de los defectos físicos que en el peor de los casos crea defectos imaginarios.

Por lo general son pacientes que incurren en psicosis depresivas a causa de una baja autoestima, producto de su inconformidad física y en su evolución clínica suelen aislarse, deprimirse, e incluso infringirse daño o autolesionarse.

Aunque existen grados de clasificación para esta patología, por lo general es de exclusivo tratamiento psiquiátrico, pero debe ser del dominio del profesional de la estética para poder identificarlo y enviar al paciente a otro especialista de ser necesario.

Se puede identificar en aquellas personas que en el interrogatorio clínico refieren intervenciones estéticas sin justificación, inconformidad por los resultados, inestabilidad emocional y carencias afectivas. Es esencial diferenciar al paciente dismórfico de aquel que en condiciones mentales estables y saludables acude en múltiples ocasiones a la medicina estética, por estar “enamorado” de los beneficios que ha traído a su vida.

El profesional de la medicina estética debe estar capacitado y acreditado, ser el responsable de poner los límites oportunos al paciente obsesionado con sus cambios físicos injustificados con la finalidad de garantizar los resultados óptimos, verdadera publicidad de este arte médico.

En países desarrollados un equipo multidisciplinario trata al paciente de estética y la evaluación psicológica es obligatoria.

Orlando Quevedo

20 de noviembre de 2009

Amigdalitis

Posted by Orlando Quevedo On 15:20 Sin Comentarios

¿Qué es?

La amigdalitis aguda es un proceso inflamatorio febril que afecta a las amígdalas palatinas, y que con frecuencia se extiende por el resto de la mucosa de la faringe, por le que muchas veces también es denominada como faringoamigdalitis.

La faringe es un punto de cruce entre las vías respiratoria y digestiva. Se extiende desde la base del cráneo por arriba hasta el esófago por abajo. Se divide en tres partes:

  • Superior o rinofaringe o cavum: por detrás de las fosas nasales. Es donde se encuentran las adenoides (o vegetaciones).
  • Media o orofaringe, por detrás de la cavidad oral y que incluye el paladar blando, la lengua y las amígdalas palatinas (o anginas).
  • Inferior o hipofaringe, por detrás de la laringe.

Las amígdalas palatinas, o comúnmente denominadas anginas, es un tejido linfático que se encuentra en la orofaringe. Están cubiertas por mucosa que forman una serie de criptas (donde se pueden acumular restos de comida). Están implicadas en la defensa del organismo por medio del sistema inmune.

Además existen otros tejidos linfáticos en la faringe: la amígdala faríngea o adenoides, el tejido linfoide peritubárico (en la entrada de la trompa de Eustaquio que comunica el oído con la faringe) y la amígdala lingual (en la base de la lengua). Nos vamos a referir a las amígdalas palatinas.

Se trata de una patología muy frecuente, especialmente en la infancia, de buen pronóstico ya que las complicaciones no son frecuentes, aunque haya que tenerlas en cuenta.

La incidencia varía según la época del año, el ambiente epidemiológico y la edad del enfermo.

¿Cómo se produce?

Las amigdalitis son de causa infecciosa, pudiendo estar involucrados gérmenes del tipo bacteria, virus u hongos. La causa más frecuente son los virus (85%), seguido de las bacterias (10-15%).

Los virus más frecuentes son los Adenovirus, los virus respiratorios (Rinovirus, Influenza y Parainfluenza (el de la gripe)), el Virus de Ebstein-Barr (que produce la mononucleosis infecciosa más conocida como 'enfermedad del beso') Otros pueden ser el virus del Herpes Simple o el virus del VIH.

Dentro de las bacterias destacan gérmenes como el estreptococo betahemolítico, el Haemophilus Influenzae, el Staphylococo, la Moraxella catarrhalis, el Mycoplasma o el gonococo. Esta última es rara y es producida por contacto de la mucosa oral con los órganos genitales de una persona infectada por el gonococo.

Existen otras formas de anginas especiales como la Angina de Vincent ocasionada por bacterias anaerobias de la boca (fusobacterias y espiroquetas), la herpangina (por virus coxsackie A) o la angina ulcerosa de Moure.

Los hongos son menos frecuentes y destaca principalmente la Cándida Albicans afectando principalmente a aquellas personas inmunodeprimidas, diabéticos y pacientes que hacen un uso crónico de corticoesteroides inhalados o vía sistémica.

Sintomatología

La sintomatología es en general marcada por el dolor en la región de la garganta, especialmente al tragar alimentos, junto con fiebre generalmente menor de 38º, en ocasiones escalofríos, malestar general, hipersensibilidad mandibular, rinorrea o mucosidad nasal, conjuntivitis o tos. En ocasiones el dolor puede irradiarse al oído. Dentro del cuadro vírico se puede afectar la laringe y producir afonía.

En el caso de afectación bacteriana es similar aunque los síntomas a menudo son más acusados y de inicio más brusco, especialmente la fiebre. Las amígdalas están enrojecidas y cubiertas por unas placas blanquecinas. Suelen aparecer adenopatías (aumento de los ganglios linfáticos del cuello).

Aunque no es frecuente pueden desarrollarse algunas complicaciones:

  • Otitis media aguda: por el cierre de la trompa de Eustaquio.
  • Abscesos en diferentes regiones de la faringe (retrofaríngeo y laterofaríngeo) o alrededor de la amígdala (absceso periamigdalino), que supone la formación de colección de pus circunscrita a una localización determinada. En este caso el acceso de los antibióticos se ve dificultado.
  • Otra complicación grave y afortunadamente infrecuente, supone el Síndrome de Lemierre, en la que a causa de una amigdalitis se desarrolla una trombosis séptica en la vena yugular interna que puede soltar émbolos infectados al pulmón. Esto suele tener un germen involucrado el Fusobacterium necrophorum.
  • La Angina de Ludwig que afecta a los espacios profundos del cuello y del suelo de la boca (habitualmente por una infección de los molares del maxilar inferior) y que puede extenderse al mediastino.
  • En ocasiones, tras la aparición de una amigdalitis por estreptococo beta hemolítico, el sistema inmune reacciona fabricando anticuerpos que a veces puede dar lugar a sustancias que actúan deteriorando el riñón en lo que se conoce como glomerulonefritis postinfecciosa. Tambien puede afectar a las articulaciones y las válvulas del corazón dando lugar a una fiebre reumática. Hoy en día muy poco frecuente por el tratamiento antibiótico.
Diagnóstico

La prueba diagnóstica más importante es una correcta exploración física que incluye una inspección exhaustiva de la cavidad oral y la faringe. Generalmente se observan unas amígdalas aumentadas de tamaño en una faringe enrojecida y a veces aparición de placas blanquecinas sobre las amígdalas.

Mediante la exploración física no existe la certeza para decidir si se trata de una infección bacteriana que precise de antibióticos o bien una vírica que no los precisa. Clásicamente se refería a aquellas con placas como bacterianas y a las simplemente enrojecidas como víricas, aunque hoy día no es posible diferenciarlas ya que tanto en uno como en otro caso las placas pueden aparecer o pueden estar ausentes.

Debido a esta posible confusión se pueden tomar cultivos del exudado amigdalino, sin embargo, este sistema tarda unos días. La determinación de ASLO ha perdido interés en el diagnóstico de la amigdalitis aguda. Hay técnicas de determinación rápida del estreptococo, aunque no están indicadas en todos los casos.

El análisis de sangre no suele ser necesario y suele mostrar, solo a veces, aumento de leucocitos (glóbulos blancos). En casos más severos pueden existir alteraciones de los iones, datos de malnutrición por ayuno prolongado, o datos de insuficiencia renal si existe importante deshidratación. Todo esto muy infrecuente.

A pesar de estas pruebas lo más efectivo suele ser la valoración clínica del cuadro por parte del médico. Existen unas pautas de actuación a la hora de decidir el uso de antibióticos.

Las pruebas de imagen no suelen ser necesarias salvo en los raros casos de complicaciones como abscesos.

Tratamiento

El tratamiento generalmente es el de los síntomas que conlleve el cuadro. Las infecciones víricas precisarán una correcta hidratación mediante agua, dieta blanda que permita el paso por la faringe de los alimentos y tratamiento de la fiebre y el cuadro general con analgésicos del tipo paracetamol, metamizol, o en ocasiones antiinflamatorios como el ibuprofeno. No se aconseja en niños el uso de Aspirina porque puede desencadenar un grave síndrome denominado Síndrome de Reye.

En caso de afectación bacteriana además de las medidas previamente descritas puede comenzarse con tratamiento antibiótico con penicilina, amoxicilina-clavulánico, cefalosporinas, clindamicina, claritromicina o azitromicina durante 10 días (azitromicina 3 días).

En ocasiones si el cuadro es muy repetitivo, y se cumplen unos protocolos establecidos con respecto a frecuencia y síntomas, puede estar indicada la extirpación de las amígdalas.

En casos de complicaciones de abscesos periamigdalinos el tratamiento generalmente es quirúrgico, drenando el contenido purulento e instaurando un tratamiento con antibióticos. Habitualmente requiere la extirpación de las amígdalas en un segundo tiempo.

Medidas preventivas

En general guardarse del frío y evitar las bebidas muy calientes o muy frías.

18 de noviembre de 2009

¿Cómo alimentarte cuando realizas actividad física?

Posted by Orlando Quevedo On 12:53 Sin Comentarios


¿Cómo alimentarte cuando realizas actividad física?

Ana Fernández Molina
Licenciada en Nutrición

Cuando inicias una actividad deportiva, el esfuerzo físico que realizas debe ir acompañado de una alimentación acorde. Toma en cuenta estos consejos para mejorar tu estado de salud y la potencia de tu cuerpo.

Pasos

1- Ante todo, ten presente que no existe una dieta para todos los deportistas. Existe un plan de alimentación para cada persona que realiza una actividad física.

2- No supongas que una persona pueda encargarse de medirte, entrenarte y recomendarte nutrientes. Consulta a un profesional para cada tema.

3- Nadie puede obligarte a comer lo que no deseas. Un especialista en nutrición adecuará un plan alimentario a tus gustos, necesidades y tipo de práctica deportiva.

4- Recuerda que toda actividad física se apoya en tres pilares fundamentales: entrenamiento, alimentación y descanso.

5- Ten en cuenta que lograrás el equilibrio, combinando los cinco grupos básicos de alimentos: cereales y legumbres; hortalizas y frutas; leche y derivados; carnes y huevos; grasas y azúcares.

6- Incluye en tu alimentación variedad y colores para evitar carencias nutricionales, ya que realizar actividad física de manera regular modificará tus necesidades alimenticias.

Importante

° Una nutrición correcta mejorará indudablemente tu rendimiento. Así te sentirás mejor para seguir entrenando y entrarás en un círculo virtuoso.
° Aliméntate de la manera más variada posible.
° Bebe abundante cantidad de líquidos para estar bien hidratado.

15 de noviembre de 2009

Vértigo

Posted by Orlando Quevedo On 18:47 Sin Comentarios


¿Qué es?

El vértigo se define como sensación subjetiva e ilusoria de desplazamiento, del propio sujeto respecto de su entorno o viceversa, es decir se trata de una sensación de movimiento, generalmente del tipo 'giratorio', sin que ello esté ocurriendo realmente. Supone un trastorno del equilibrio causado por una afectación del sistema vestibular periférico (en el oído) o central (en el sistema nervioso central).

Existen otras situaciones a las que comúnmente la población denomina como vértigo y que, sin embargo, no implica ninguna patología vestibular: son el vértigo de las alturas o acrofobia, caracterizado por una sensación de ansiedad relacionado con la exposición a las alturas, o el vértigo de las profundidades que supone una sensación de desorientación que algunos submarinistas tienen bajo el mar.

Además resulta conveniente definir dos conceptos acerca de otros síntomas que pueden interpretarse erróneamente como vértigo: el mareo, y el desequilibrio. El mareo implica un trastorno del equilibrio que en sí no se relaciona con un trastorno vestibular, ni con el vértigo, y que el paciente no sabe definir concretamente. El desequilibrio por otra parte implica una pérdida del control postural en bipedestación (de pie) con tendencia a caerse. Durante un episodio de vértigo existe desequilibrio, pero en situaciones de desequilibrio no tiene porqué haber vértigo, en estos casos suele relacionarse con trastornos del sistema nervioso, especialmente el cerebelo. El mareo, por otra parte, no tiene ninguna relación con estos procesos.

¿Cómo se produce?

El cuerpo humano está diseñado para mantenerse en pie, y sobre todo, no caerse. Para ello tiene 3 sistemas que se interrelacionan especialmente en el cerebelo, y que son: el sistema propioceptivo, el sistema vestibular y la visión ocular. El primero de ellos surge de la transmisión y procesamiento de las señales que son obtenidas por unos receptores en los distintos músculos del cuerpo y que recogen el grado de contracción de cada músculo, de modo que, una vez procesada la información, el sistema nervioso central conoce la colocación exacta de cada una de las partes del cuerpo. El sistema vestibular comienza en el oído interno mediante el laberinto, utrículo y sáculo que son unos órganos que presentan en su interior un líquido, el cual al moverse con los distintos movimientos de la cabeza, va informando de éstos al sistema nervioso. Finalmente la referencia visual a través de los ojos nos permitirá completar este complejo sistema del equilibrio. En condiciones normales con dos de estos tres sistemas funcionando se consigue mantener el equilibrio y no caerse. Por ello cuando cerramos los ojos no nos caemos. En el caso del síndrome vertiginosos el sistema vestibular se altera en exceso y en ocasiones de forma asimétrica produciendo sensación de movimiento cuando en realidad no existe, y por ello el sistema propioceptivo intenta compensar ese exceso dando lugar a un desequilibrio, y por otro lado los ojos realizarán unos movimientos característicos intentando mantener un punto fijo (nistagmus).

Es importante diferenciar entre Vértigo central y periférico, en el primero en sí el sistema del oído interno funciona correctamente, pero, sin embargo, la alteración ocurre en el tronco del encéfalo, donde se recoge la información proveniente del oído. Por otro lado el vértigo periférico implica la alteración del sistema vestibular periférico situado en el oído interno (laberinto, utrículo, y sáculo).

Entre las posibles causas del Vértigo periférico destacan las lesiones laberínticas como la enfermedad de Méniére, los traumatismos craneales, las laberintitis o inflamaciones del laberinto secundarias a infecciones víricas, meningitis, u otitis complicadas, o bien por fármacos (como los aminoglucósidos y la furosemida). El alcohol también puede actuar como tóxico vestibular. Otras causas son el Vértigo posicional paroxístico, las neuronitis vestibular en jóvenes tras infecciones respiratorias altas, y tumores como el neurinoma del acústico.

En cuanto a causas de vértigo central se incluyen la Esclerosis múltiple, el accidente cerebrovascular, las neuropatías que afectan a los nervios craneales, la epilepsia temporal, los tumores de la fosa posterior y ángulo pontocerebeloso, y la isquemia transitoria del tronco cerebral por afección del territorio vertebrobasilar. En ocasiones el vértigo puede aparecer como preámbulo de una crisis migrañosa o en la migraña basilar, así como debido a algunos fármacos como la fenitoína, quinidina, aminoglucósidos, entre otros.

Sintomatología

La sintomatología del cuadro vertiginoso es muy característica. Comienza con una sensación de giro de objetos alrededor del paciente o viceversa, resultando una sintomatología muy molesta y extraordinariamente desagradable, que se acompaña invariablemente de un movimiento de los ojos característico denominado como Nistagmo, que es de carácter horizonto-rotatorio en el caso de ser periférico y variable en el origen central. El nistagmo supone un movimiento de los ojos lento en una o varias direcciones que se acompaña de otra fase de rectificación rápida en sentido contrario. El cuadro suele acompañarse de síntomas vegetativos como náuseas, vómitos, taquicardia, sudoración profusa, aumento del ritmo respiratorio, e hipotensión arterial. En caso de afectación vestibular periférica pueden añadirse síntomas auditivos como sensación de pitido en el oído (acúfenos) o hipoacusia (sordera) como en el caso del Síndrome de Méniére. El desequilibrio es constante y suele hacer caer al paciente hacia el lado donde está la lesión.

Resulta muy conveniente insistir en las diferencias clínicas del vértigo periférico y central. En el caso de ser Periférico el comienzo suele ser más brusco e intenso, en forma de episodios autolimitados, con intensos síntomas vegetativos y exacerbación de los síntomas con los movimientos de la cabeza. Pueden presentarse síntomas auditivos con más frecuencia y otros síntomas neurológicos son poco frecuentes. El nistagmo suele ser horizonto-rotatorio con la fase rápida al lado contrario de la lesión y mejora con la fijación de la mirada. Por otro lado el vértigo central suele ser más insidioso y constante, de menor intensidad y no se relaciona con los movimientos de la cabeza, los síntomas vegetativos son más livianos y puede acompañarse de otros déficits neurológicos. No suele acompañarse de síntomas auditivos. El nistagmo es menos característico que en el caso de afectación periférica.

Diagnóstico

En el caso del vértigo el principal arma diagnóstica va a ser el interrogatorio exhaustivo dirigido por el médico. El primer objetivo es saber distinguir entre mareo, y vértigo principalmente. El vértigo va a presentar los síntomas previamente descritos de una forma más o menos característica, sin embargo, el mareo sin más, suele manifestarse de una forma más inespecífica, sin saber precisar el paciente sus síntomas, a menudo el paciente comienza su descripción diciendo 'es como si...' (Me fuera a caer, fuera a perder el conocimiento, se me nublara la vista....).

Una vez seguros de que se trata de un cuadro vertiginoso, es conveniente diferenciar entre vértigo periférico y central mediante las características comentadas anteriormente. Se debe interrogar sobre la intensidad, antigüedad, la forma de presentación y factores desencadenantes del vértigo, así como otros síntomas asociados, bien sean neurológicos, auditivos, o vegetativos. A veces la simple presencia de factores de riesgo cardiovascular en un paciente anciano puede hacernos investigar especialmente un proceso central, posiblemente de origen vascular.

La exploración física resulta ser indispensable. Se debe realizar un examen neurológico exhaustivo, que incluya pruebas destinadas a valorar el equilibrio y la función cerebelosa así como del tronco del encéfalo, especialmente la prueba de Romberg que consiste en visualizar a que lado cae el paciente si se cierran los ojos, y que en el caso del vértigo suele ser hacia el lado dañado. También se deben incluir pruebas de función vestibular como la de los índices de Barany (se pone al paciente con los dedos índices mirando hacia delante y al cerrar los ojos, los dedos se desplazarán al lado dañado) o la maniobra de provocación de Nylen-Barany donde se intenta reproducir un vértigo mediante una maniobra en la que se pasa de estar sentado a tumbado bruscamente con la cabeza girada hacia uno u otro lado. Una exploración física completa debe exigir un examen otológico.

En cuanto a las pruebas complementarias a realizar, es importante reseñar que el diagnóstico se realiza fundamentalmente mediante el interrogatorio y la exploración física. Sin embargo en ocasiones puede ser útil el empleo de algunas pruebas funcionales como la audiometría, los potenciales evocados, la vestibulometría o el electronistagmografía que nos podrán ayudar a diferenciar los dos tipos de vértigo, a descartar otras posibles patologías y, en ocasiones, a determinar la causa del vértigo.

Las pruebas de imagen como el TC craneal (scanner) y la Resonancia Magnética nuclear pueden servirnos de ayuda, especialmente en el caso de vértigo central, principalmente para valorar posibles procesos expansivos intracraneales como tumores, así como posibles eventos vasculares como hemorragias o infartos del tronco del encéfalo o cerebelo. A veces puede ser necesaria la realización de un Electroencefalograma para valorar la posibilidad de un proceso epiléptico.

Las pruebas analíticas de la sangre a menudo suelen ser normales, aunque pueden ayudarnos a descartar otros diagnósticos.

Tratamiento

En el caso del episodio agudo de crisis vertiginosas el tratamiento está basado en sedantes vestibulares y antieméticos, es decir se basa en el tratamiento sintomático de las crisis. Generalmente durante el episodio intenso el tratamiento suele emplearse por vía parenteral (intramuscular o intravenosa) a base de sedantes vestibulares como el sulpiride de 100 mg o el diacepam 10mg. Comúnmente se asocian antieméticos para evitar los vómitos mediante el uso parenteral de metoclopramida. La perfusión de un suero suele prevenir la deshidratación por los vómitos y su sensación desagradable. Posteriormente, si mejora el cuadro está indicado el tratamiento con sedantes vestibulares vía oral durante 3 días con el fin de evitar una recaída. Los fármacos que se suelen utilizar son el sulpiride, 50 mg cada 8 horas o la tietilpiperazina 6.5mg cada 8 horas. También puede emplearse el diacepam 5 mg cada 8 horas.

Sin embargo siempre es importante, cuando el episodio agudo ha desaparecido, realizar un tratamiento de la causa del vértigo. En este caso, si se trata de un traumatismo puede ser necesaria una intervención quirúrgica, o, en el caso de un síndrome de Méniére, si no mejora con el tratamiento médico pueden ser necesaria también una intervención. El vértigo posicional paroxístico benigno suele mejorar con maniobras de reubicación canalicular, y la neuronitis vestibular mejora cuando el cuadro respiratorio de vías altas cesa, y gracias al tratamiento médico. Los tumores precisan de una investigación exhaustiva para valorar su extirpación con o sin tratamiento quimioterápico o radioterápico.

Medidas preventivas

En general el episodio suele ser brusco y resulta difícil predecirlo. En el caso de una accidente cerebrovascular causante de un vértigo central, el control estricto de factores de riesgo cardiovascular como la tensión arterial, el colesterol, la diabetes, el peso y evitar el hábito tabáquico pueden evitar nuevos episodios.çç

Orlando Quevedo