16 de diciembre de 2009

Trastornos de la córnea

Posted by Orlando Quevedo On 21:26 Sin Comentarios




Qué es
La córnea se encuentra la parte más anterior del globo ocular y se une a la esclera (el blanco de los ojos). Tiene forma de semiesfera transparente tras el cual se sitúa el iris y la abertura pupilar. Se constituye de 5 capas transparentes que contactan con un líquido también transparente denominado humor acuoso.
La función de la córnea es variada, además de suponer una cubierta que alberga el humor acuoso, también actúa como lente con un gran poder de convergencia (42 dioptrías), por ello es vital que la córnea sea absolutamente transparente ya que será la primera estructura que toma contacto con la luz.
Los trastornos patológicos de la córnea suponen diferentes tipos de alteraciones:
  • Úlceras e inflamaciones corneales o queratitis.
  • Afecciones congénitas: megalocornea, microcórnea, esclerocórnea y opacidades corneales del recién nacido.
  • Distrofias y degeneraciones corneales: Distrofias familiares, queratopatía en banda, gerontoxón o arco senil y queratocono principalmente.
Cómo se produce
La causa de un trastorno corneal dependerá del tipo de alteración, como ya se ha mencionado. Así en el caso de una queratitis o inflamación de la córnea, la causa puede ser de origen infeccioso, debido a bacterias, parásitos, hongos o virus; o bien de causa no infecciosa, como puede ser el caso de un traumatismo por abrasión, quemadura, cuerpos extraños, sustancias tóxicas y radiacionesultravioletas, o bien en aquellos casos de queratitis por exposición en personas que no pueden cerrar bien el párpado y la córnea no se lubrica correctamente, o bien por úlceras neuroparalíticas en córneas anestesiadas por lesión de los nervios que llevan la información sensitiva de esa parte del ojo.
Las afecciones congénitas no tienen una causa conocida en muchos casos, aunque en ocasiones se han relacionado con alteraciones en los cromosomas y el desarrollo embrionario del ojo. En el recién nacido pueden aparecer opacidades corneales por glaucoma congénito, trauma en el parto, alteraciones metabólicas congénitas, etc.
La degeneración corneal se refiere a aquellas alteraciones corneales debidas bien a cambios relacionados con la edad o a degeneraciones adquiridas a lo largo de la vida. Incluye alteraciones como el Arco Senil o gerontoxón que es un depósito de grasa en la zona periférica corneal, de forma circular, que se desarrolla generalmente con la edad o en más jóvenes por un aumento importante decolesterol. La queratopatía en banda es una opacidad corneal que progresa centralmente de un extremo a otro como en forma de banda. Se ha visto relacionada con situaciones como el aumento del calcio y fósforo sanguíneo, la exposición a tóxicos de mercurio u otras sustancias irritantes, y en enfermedades oculares como la uveítis crónica, edema corneal prolongado o estados degenerativos del ojo. El queratocono surge de un adelgazamiento de la zona central de la córnea y abombamiento de la zona cercana. Aparece generalmente en síndromes como Marfan, Ehlers-Danlos, la neurofibromatosis o el Síndrome de Down).
Las distrofias corneales son alteraciones degenerativas hereditarias de la córnea, de causa generalmente desconocida, y que pueden aparecer desde el nacimiento o en las primeras décadas de la vida. Suelen progresar a una disminución de la visión progresiva.
Los tumores corneales no son muy frecuentes y suelen asociarse generalmente con los de la conjuntiva.
Sintomatología
La sintomatología general de las queratitis infecciosas o no, son bastante orientativas y suelen expresarse por alguno de los siguientes síntomas:
Alteraciones en la transparencia corneal, lo cual producirá una disminución de la capacidad visual, y deslumbramiento con visión de halos de colores, por la inflamación añadida de la córnea.
Irritación de los nervios corneales, lo que se acompaña de síntomas como dolor, enrojecimiento de los ojos alrededor de la base de la córnea, molestias con la luz, lagrimeo y espasmos del párpado.
En las úlceras por herpes pueden existir lesiones vesiculosas en párpado, nariz, alrededor de la boca, y fiebre. Las ulceras bacterianas pueden cursar con acúmulos de pus en la zona corneal, y suelen cursar con poco dolor.
El arco ciliar se demuestra con la simple visualización del ojo, en el que se observa un arco más o menos completo en los bordes de la córnea, que es por otro lado asintomático, y en individuos de edad avanzada no se considera propiamente una patología. La queratopatía en banda presenta esa opacidad que cruza por el centro de la cornea de un lado a otro, y que generalmente suele ser asintomático, aunque con el tiempo puede producir déficit visual al perder la transparencia, o bien, en ocasiones, un cuadro de irritación ocular. El queratocono cursa con astigmatismo irregular progresivo. A veces puede añadirse dolor y pérdida brusca de visión.
En las distrofias corneales la córnea degenera y se hace más opaca, lo cual origina una pérdida de la agudeza visual. En general no suelen acompañarse de síntomas inflamatorios de la córnea.
Diagnóstico
El diagnóstico se basa principalmente en la sintomatología referida por el paciente y aquella obtenida mediante un exhaustivo interrogatorio médico, así como en los datos obtenidos en las pruebas de exploración oftalmológica.
El examen oftalmológico debe incluir un estudio con lámpara de hendidura, para examinar las alteraciones corneales en la región anterior del globo ocular. Además es conveniente realizar una medición de las dimensiones corneales y una valoración de los reflejos pupilares. El examen de agudeza visual y la visión con el agujero estenopeico, ayudarán a determinar si existe disminución de la agudeza visual.
En el caso de queratitis de origen infeccioso puede ser necesaria la toma de una muestra de la úlcera para un posterior cultivo y valorar los gérmenes involucrados.
Tratamiento
Las queratitis y úlceras presentan una serie de reglas terapéuticas que siempre deben considerarse:
  • Eliminar algún tóxico o factor mecánico que pueda perpetuar la úlcera.
  • Eliminar algún tóxico o factor mecánico que pueda perpetuar la úlcera.
  • Luchar contra la infección eliminando todo posible reservorio infeccioso y con la máxima higiene para evitar un foco infeccioso si no se ha formado ya.
  • Reposo del ojo mediante la oclusión del mismo o incluso el empleo de fármacos ciclopéjicos como una solución de atropina que favorezcan que la pupila esté lo más dilatada posible para evitar complicaciones posteriores cicatrizaciones anómalas.
  • Se debe prevenir complicaciones como la hipertensión ocular o la perforación ocular.
En casos de úlceras ya cicatrizadas que hayan dejado lesiones residuales que puedan afectar a la normal visión puede ser necesario emplear técnicas quirúrgicas como una queratoplastia lamelar o perforante.
En los casos de queratitis o úlcera de origen bacteriano no se recomienda ocluir el ojo y usar colirios con antibióticos como tobramicina o Vancomicina, e incluso en casos muy severos puede precisar inyecciones subconjuntivales de antibióticos. También se pueden emplear analgésicos orales y fármacos dilatadores de la pupila. Las úlceras por herpes precisarán antivirales tópicos como el Aciclovir, dilatadores pupilares y antibióticos para prevenir una sobreinfección bacteriana. Se desaconseja el uso de corticoides en estos casos. Las úlceras por hongos precisarán de antifúngicos tópicos como la anfotericina B y la natamicina. En las queratitis por exposición se precisa lubricar correctamente el ojo mediante lágrimas artificiales, pomadas lubrificantes y oclusión ocular.
Las distrofias corneales pueden precisar tratamiento quirúrgico mediante queratoplastia en caso de afectar de forma importante la visión. La queratopatía en banda puede tratarse con EDTA tópico tras desepitelización corneal. El queratocono debe tratarse por el astigmatismo importante que produce usando lentes de contacto especiales, aunque en muchos casos precisará un transplante corneal.
El transplante corneal se realiza fundamentalmente para devolver a la córnea su transparencia y las características de lente, para reforzarla cuando está muy adelgazada, o con fines terapéuticos para favorecer la curación de algunas patologías corneales.
Orlando Quevedo

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